Desde el principio tenía claro lo que quería, un rama con pedrería que pudiera enredar en su pelo, le di la opción de que llevara flores para hacerla un poco más infantil y además al meterle el color celeste como el fajín de su vestido quedó así de bonita.
Una apuesta diferente para Primera Comunión. Ester estaba feliz con su tocado y yo más a ver su cara en las fotos.
Gracias a Ester, su madre, por confiar en mí.



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