Un pequeño torbellino que no para quieta, su madre temía que no se dejara poner nada en la cabeza pero...lo consiguió.
Una corona de flores delanteras en tonos blanco, beige y melocotón y por detrás hojitas doradas con pistilos blancos. A juego una pinza a modo de tocado pequeño para cuando se cansara de la corona.
Lo mejor de todo es la sonrisa de ambas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario